jueves, 10 de mayo de 2007

Se dice fácil...

Hola a todos! Después de un tiempo de ausencia creativa en este blog, pues me tomo un tiempo para escribir... En estos momentos me encuentro a cinco días de acabar la universidad, se dice fácil, pero está perro...
El post de Anita me inspiró para decirle un par de cosas, por eso le puse un comentario... Todo lo que dije ahí, y por supuesto lo que Anita escribió, se dice fácil, pero está cabrón.
Hace poco se tomó en el zócalo de la ciudad capitalina una fotografía en la que un poco menos de 20,000 personas desnudas posaban para el fotógrafo. Cada quien seguramente posaba por razones diferentes: desmadre, liberación, hacer un statement... El hecho es que casi 20,000 personas se desnudaron en el mismo lugar donde meses antes AMLO se manifestaba por razones muy diferentes de las cuales motivaron la gente a desnudarse en el zócalo... ¡¡¡20,000 personas desnudas juntas en el zócalo del DF!!! Se dice fácil, pero qué cosa!
Toda nuestra discusión sobre el aborto fue, me parece, enriquecedora, pues hubo diálogo (inclusive catfight), argumentaciones, opiniones... Todas ellas fácilmente escribibles, publicables... Algunos reconocen que no tienen postura ante tal asunto; hasta que no estén ahí no podrán decir qué opinan sobre el aborto. Ellos reconocen que todo sobre el aborto, se dice bien fácil... hay que estar ahí para hablar y en serio hablar, o estar ahí para darse cuenta de que hay cosas de las cuales no se puede hablar, pues las palabras no alcanzan.
El hecho es que se dice fácil... En general las cosas se dicen fácil... Por supuesto, todo se dice fácil mientras no se trate de hablar de uno mismo, eso sí que no se dice nada fácil, pero hablar de temas universales, de los demás; en suma, "del otro", es bien fácil... Es más fácil cuando uno se asume "beyond" lo que se está diciendo, eso lo facilita aún más.
Creo que todo esto está relacionado por una parte con la soberbia y el narcisismo, porque "yo soy lo suficientemente chingón como para decir algo sobre alguien o algo", por otro lado creo que, como dije antes, también está relacionado con el hecho de sentir muy ajeno aquello de lo que se habla, así es más fácil decir algo. Pero sobre todo, me parece que está relacionado con la operación de sustraerle a las palabras su peso, su importancia y relevancia, su identidad con las cosas sobre las cuales se está hablando. Es más fácil hablar sobre el aborto, si el término no me remite a ninguna imágen, experiencia, recuerdo... Así es más fácil hablar... Si aborto no es más que seis letras con un significado de diccionario, se hace fácil gastar la palabra. El chisme es, por antonomasia, el mayor exponente de "lo fácilmente dicho" porque su objetivo es sólamente decirlo, decirle a alguien algo de alguien más, aquí sí que el hablante le quita todo el peso a sus palabras y para él, no significa nada aquello que está diciendo, pues si significara, no lo diría...
Entonces mi pregunta (aún sin respuesta), es ¿cuál es el justo medio? ¿Lo hay? ¿Dónde está la frontera entre decir algo que uno piensa y el gasto de las palabras en la facilidad de decirlas? ¿En qué momento tengo licencia de hablar sobre algo, sin que "lo diga fácil"? La respuesta no puede estar en la experiencia, no es posible solamente hablar de lo que se ha vivido, hay muchas cosas de las que se puede y debe hablar que no hemos vivido... La respuesta tampoco está en hablar "en neutro", o sea, hablar en términos de "conceptos, valores, situaciones" absolutamente ajenos a mí y a toda persona (para no herir suceptibilidades), porque volvemos al "se dice fácil".
No se... ustedes, ¿qué opinan?

3 comentarios:

  1. Yo creo que las personas y unas mas que otras, hablan por hablar.

    Platón distinguía entre el conocimiento y la opinión, siendo el primero objetivo y el segundo subjetivo, y verdadero y falso respectivamente.

    Entonces, tenemos derecho a opinar, pero eso es lo que es: una opinión que instrinsecamente tiene el sesgo de nuestra persona y por lo tanto en cierto nivel es falso.

    Por favor disculpen mi simplifación sobre los pensamientos platónicos.

    Muy interesante tema!

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  2. me gusto tu post, como dices todo siempre es facil mientras se habla de terceras personas pero hay que vivirlo para poder saber realmente lo que es

    te felicito me ha gustado

    PD donde diablos esta el leon que hace tiempo no se le ve por aqui

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  3. Hola Compadre, veo que sacas en todos nosotros ese pequeño filosofo (pensador común con un gran talento de difusión) que todos llevamos dentro, citar aqui y citar alla. me gusta como siempre tenemos la habilidad de fundamentar nuestras ideas ya sea co un "lo vi en el discovery channel" o "Platón lo djo" (no te enoje Anita yo uso el del discovery channel, o el de la muy interesante, o el de Jaime Mausan) sin duda a final de cuentas sí, es muy fácil decir las cosas, en ningun momento creo que decir las cosas, aunque no nos remitan a una expeiencia pesonal (y nos dejen con la definición de diccionario) sea un gasto de palabras o de aliento (ni aunque sea alcoholico) ya que el decir las cosas es dejar sentado tu punto de vista, aunque en muchoscasos hipotético ante circunstancias a las que nos enfrentaremos en un futoro, es planear, es reafirmar valores (y falta de ellos), muchas veces es negar nuestros deseos o fomentar nuestros miedos, muchas veces es descuido sin notar la fuerza de la palabra....lo que si es cierto es que hablar, plantear y resolver es un simulacro, es el primer paso para rechazar o aprobar una idea que más tarde se transformará en hechos (probablemente, más no el 100% de los casos), no dejemos de hablar, no cuidemos lo que decimos, no debemos preocuparnos por encontrar un justo medio...realmente todos sabemos que al hablar simulamos una realidad que como dice Anita está influenciada por nuestra personalidad, historia, experiencia, anhelo, reencor, satisfacción etc.

    que mas da si un dia dije algo y luego me retracto? que mas da si hace 6 meses dije que nunca me hecharía de paracaidas y ahora decido hacerlo?

    La fuerza de la palabra, la maldita fuerza de la palabra..yo ya no creo en eso, no importa nada de lo que pienses, nada de lo que digas, no es la intención ni la explicación, sino el acto en sí, de esta forma si no padecemos de nuestras facultades mentales podemos ser nuestros propios jueces, sin justo medio ni prudencia al hablar...sólo al actuar, porque al fin y al cabo nuestras acciones serán el mejor argumento para refutar o reafirmar nuestros pensamientos y palabras.

    PD: yo soy lo suficientemente chingón como para decir algo sobre alguien o algo

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